Analía Pedrazzi


Hace tiempo, después de que Maldición de Sangre se estabilizó conceptual y mecánicamente hablando, empecé a pensar "ey, voy a tener que jugar esto; mejor que haga un buen personaje que aproveche todo lo que quiero predicar con el juego".

Y como ya me cansé de hacer personajes femeninos que nunca uso... bueno, en realidad no me cansé.

Analía se llama así (recién le puse nombre para esta entrada) por una conductora de TV que me inspiró su imagen física. El apellido lo saqué de otro lado.

La señorita en cuestión tiene 35 años, alta, rubia y muy linda. Algo atacada por la crisis de los 30s, sigue siendo una mujer muy hermosa, y sobre todo, profesional. Allí está uno de los puntos fuertes del personaje. Analía es una periodista de televisión que ha recorrido un largo camino, siendo discriminada tanto por ser mujer como por ser linda (y supuestamente tonta). Ha pasado por la radio y por la prensa gráfica, en las cuales su imagen pública no importaba, pero sus compañeros y compañeras siempre tenían algo no tan agradable que decir. Los hombres, porque era mujer; las mujeres, por celos generalmente injustificados.

A pesar de todo esto, su pasión por el trabajo la ha llevado a la cima, y ahora es conductora en uno de los principales programas de TV de la ciudad.

Decidida, profesional, ha dejado de lado su vida personal. Su familia es pequeña y no se ha casado nunca; tampoco se le conocen relaciones. Y es allí donde aparece su secreto, porque la única relación seria que ha mantenido puede destruir su carrera.

Cuando todavía era locutora de radio, conoció en una reunión profesional al dueño del canal en donde ahora trabaja. Julio Pedro Galarza es uno de los empresarios de medios más grandes de la región, una rara mezcla de periodista premiado y hombre de negocios. A pesar de que él tenía veinte años más que ella, lo encontró fascinante. Él había enviudado recientemente y como ella no quería parecer una trepadora, ambos decidieron mantener en secreto su relación, que se tornó muy seria al poco tiempo.

Luego de dos años, y viendo que su familia estaba sospechando, él decidió romper la relación, para no entrar en conflicto con sus hijos. Analía, lamentablemente, estuvo de acuerdo ya que eso la hubiera perjudicado igualmente. Así que con gran dolor los dos se separaron.

Un año después él murió de un ataque cardíaco. Al poco tiempo ella consiguió su trabajo en la televisora. Aunque está confiada en que fue por su talento y esfuerzo, a veces duda sobre si él habrá influenciado a los que tomaron la decisión. Sin embargo, ha decidido no preocuparse y seguir adelante.

Para ella, consagrada al trabajo, dos cosas la preocupan. Por una parte su edad, ya que se ha vuelto un poco vana y demasiado coqueta, exagerando las cuestiones normales. Sabe que en la TV la imagen es mucho más importante que en sus trabajos anteriores y teme haber llegado "demasiado tarde". Por otra parte, es esa duda que la persigue: que alguien haya sabido algo de su relación y que pueda dañarla de esa manera.

Así que ya les presenté a Analía. La maldición no la pensé, si algún día jugamos trataré de consensuarla con el resto. Tal vez agregue algo más, como otro secreto o algo así, habría que verlo.

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