Cerrar y abril


Semana completa, semana compleja...

Estuve fuera de casa casi todos los días, salvo el viernes, cuando finalmente pude descansar. No sé si por puro cansancio, o por no tener tiempo para dormirme nunca una siestita, estuve como zombie varios días. Costó mucho arrancar, el lunes.

Marzo fue un mes muy complejo de terminar. Supe que lo sería apenas volví de vacaciones, pero no imaginé que lo fuera tanto. Las dos últimas semanas casi fueron un mes aparte.

Pero ya está, se fue, y en conjunto, no fue un mal mes.

Empecé las clases en el Profesorado y eso tal vez fue lo más relevante. Por suerte pude ir a la conferencia inaugural, y después a las cuatro clases siguientes. De la ansiedad por la residencia, en donde tenemos que observar varias clases y luego darlas, pasamos rápidamente a pensar cómo diablos vamos a organizarnos para seguir con nuestras vidas mientras hacemos todo lo demás. Este semestre son solamente cuatro materias, pero además de residencia tenemos una que se cursa con un trabajo práctico grupal, que espero podamos avanzar por vía digital, según nos han comentado.

Trato de poner algo más, pero la agitación de estos últimos días ha borrado mucho de lo experimentado. Ahora, después de dos días y medio de descanso, y frente al feriado del 2 de abril, sigo haciendo un poco de todo en casa. Sobre todo en la faz creativa.

Pude avanzar bastante, de a poquito cada día, en mi siguiente proyecto editorial sobre juegos de rol. Va tomando forma, aunque no creo que llegue para mitad de año. Aproveché que todavía no tuve que empezar a estudiar y todo eso, pero pronto, con seguridad, todo llegará a un parate, y sólo lo podré retomar hacia julio/agosto. De todas maneras, no está mal.

Un pequeño éxito, pero más mundano, es la conclusión del armado de una pequeña estantería. Compré las maderas en la mueblería de enfrente, propiedad de vecinos y amigos de mi familia, y el dueño hasta me regaló los tornillos especiales que debía usar. Todavía me duele algo el brazo de tanto atornillar, porque no tengo herramientas eléctricas, lo cual era parte del desafío. Me remontó a mis últimos años de primaria, en el taller de carpintería. Me dejo la otra estantería, más grande, para el siguiente fin de semana, de Pascua. Con la experiencia ganada, espero que me tome menos tiempo.

Así que sigo, de a poco, terminando de acomodar. Y terminando. Dos pequeños libros, hoy; mañana comenzaré otro, o tal vez esta noche. Después, una corta pero intensa semana, creo yo. Y otro descanso largo, para terminar lo que no se haya cerrado hasta hoy.

Sólo espero que la otra mitad de abril no sea tan larga como la de marzo.

No hay comentarios: