Conan: the Barbarian (2011)


Por lo general, antes de ver una película, salvo que esté total, completa y absolutamente convencido de que es buena, espero a que varias personas de confianza la vean y expresen su opinión sobre la misma. ¿La razón? Tengo poco tiempo y no quiero lamentar perderme una película que me hubiera gustado ver por ir a ver una que no lo merecía.

Fue así que hice que Conan: the Barbarian pasara por este proceso. El cual fue bastante negativo. No hubo uno de mis amigos, conocidos o contactos por redes sociales que opinara a favor. Incluso un par de reseñas que leí en Internet describían muchos de los defectos que yo repetiré. Y sin embargo, porque hay primeras veces para todo, tengo que estar parcialmente en desacuerdo (muy parcialmente, pero vale) a la hora de decir que no se trata de una película mala. Aunque no lamento haber faltado a la cita cinematográfica: tengo que decir que más bien es del montón.


Podría haber sido peor... y mejor!
Al saber que iban a hacer esta película, y a ver los sucesivos trailers, me invadió una emoción muy grande. Por fin una película de fantasía oscura con mucha sangre, batallas crueles y brutales, nigromancia, mujeres con los pechos al aire (bueno, no estaban en los trailers pero sí en la película!!), guerreros marcados por el combate, ciudades y civilizaciones en ruinas, etc. etc. En fin, todos los ingredientes visuales y argumentales del género. Por fin una película que aprovecha lo mejor del género y no lo diluye por corrección política, planteándose con una calificación R (para adultos).

Y ciertamente, la película no defrauda en poner en pantalla estos elementos, pero sí falla en la combinación. Las opiniones de mis amigos y conocidos fueron todas muy negativas, hasta el punto de que no fui al cine. Pero recientemente por un antojo se me ocurrió verla, tal vez con una expectativa cercana al cero absoluto, y tal vez por eso no pareció completamente mala. De hecho, podría haber sido mucho peor.

Conan: the Barbarian no innova en nada frente a una película de los 80/90s, ni visualmente ni en ninguna otra cosa. Sí, fue pasada a 3D en posprodución y tal vez eso le robó dinero a un proyecto que podría haber sido más vistoso. Pero sin entrar en detalles técnicos, su argumento lineal, plano, su falta de personajes secundarios, y su casi nula explicación del mundo que plantea dicho argumento nos hace preguntar en qué estaban pensando algunos de sus desarrolladores. Sin ir más lejos, varios sitios de crítica de cine lamentaron que se diera tanta importancia la tridimensionalidad visual y no a la tridimensionalidad de los personajes.


La historia

Tiempo atrás, un grupo de hechiceros del reino de Acheron crearon una máscara, la cual daba enormes poderes a su portador. Para esto, llegaron al punto de sacrificar a sus hijas. Por muchos años, el reino de Acheron dominó todo el mundo conocido, trayendo caos y muerte. Finalmente las tribus bárbaras de Cimeria lograron detener a los hechiceros y destruir el reino de Acheron. Para evitar que la máscara volviera a caer en malas manos, la partieron en muchos fragmentos, cada uno de los cuales fue encargado al líder de una de las tribus bárbaras.

Mucho tiempo después, Khalar Zym, un ambisioso y sanguinario rey, llega a Cimeria, consiguiendo una a una las partes de la máscara. Su propósito y el de su hija, una sádica hechicera llamada Marique, es revivir a su esposa, Maliva, la cual fue quemada por ser bruja (¡linda familia!). Con la máscara, que da poderes de nigromancia, no sólo podrá realizar esto, sino que confía en que los conocimientos que su esposa traiga del otro mundo lo convertirán en un dios.



Zym arrasa la aldea de Conan, matando a su padre, un gran líder bárbaro. Conan, nacido literalmente en un campo de batalla (¡¡las mujeres bárbaras usan armadura y pelean hasta embarazadas!!), es un guerrero nato, capaz de sobrepasar en todo a muchachos mayores y demostrando su hombría a muy corta edad. Sin embargo, su padre, al forjar una espada para él, le advierte que tiene demasiado fuego, y que debe equilibrar su vida antes de aprender a usar correctamente esa espada.

Luego de la muerte de su padre y de toda su tribu, Conan viaja por el mundo buscando noticias de Khalar Zym, jurando venganza a cualquier precio. Para lograr esto, deberá evitar que Zym sacrifique a Tamara, una joven mujer que resulta ser la última descendiente directa de los hechiceros que crearon la máscara, la única poseedora de una sangre pura capaz de volverla a la vida.


Los personajes
Con actores más que curtidos (Ron Pearlman como Corin, padre de Conan, y Stephen Lang como Khalar Zym) y promesas más jóvenes (Jason Momoa como Conan, Rose McGowan como Marique y Rachel Nichols como Tamara), las actuaciones no destacan pero creo que tampoco son malas. Otro punto es el tema de los personajes, que suelen ser bastante planos y sin matices, impidiendo que actores que tal vez son buenos no puedan dar lo mejor de sí.

Tal vez uno de los mayores defectos que le encontré a la cinta es la falta de personajes secundarios. Todo el protagonismo recae en Conan y Zym, los principales antagonistas, y Tamara y Marique, que además de ser uno el objetivo del otro, son además las parejas que luchan entre sí a partir de la mitad de la película. Sólo hay dos personajes más, compañeros de Conan, que aparecen en contadísimos momentos, como simple excusa para solucionar un problema. Todo lo demás son carne de cañón. Ni siquiera hay mucho espacio para los capitales de Khalar, que podrían haber sido buenos "bosses", adversarios para que el protagonista fuera enfrentando cada tanto.

Esto es una gran diferencia del Conan que plantearon las películas del Conan "bávaro" (si se me permite el chiste tipográfico) de hace varias décadas. Conan es un aventurero que viene de combatir en todo el mundo, pero decide dejar atrás a sus amigos piratas, apenas recibe ayuda de ellos y apenas los conocemos. Esto limita mucho el guión y el disfrute, porque solamente lo vemos pelear a él, matar a él, hablar a él, etc. Todo se enfoca en su venganza. Al no haber personajes secundarios tampoco hay tramas secundarias, ni nadie que haga chistes, de consejos, encuentre soluciones ingeniosas, etc. etc. La historia pierde entonces mucha profundidad, y los personajes lucen menos porque no tienen más que decir/hacer, y los personajes que los rodean son su opuesto absoluto.

Como dato curioso, que aumenta mi asombro ante la oportunidad perdida, veo en Wikipedia que hay un personaje que fue definido (posiblemente en entrevistas), como "un misterioso guerrero de magia oscura" y que dura apenas cinco minutos en pantalla (y no hace casi nada); u otros que aparecen un total de diez segundos (ejemplo puntual, ¡una arquera ciega!) que tienen nombre y todo, y que podrían haber sido explotados de manera mil veces mejor. Algo me dice que el hecho de tener tres guionistas (conociendo a Hollywood, uno detrás del otro) repercutió negativamente en el resultado final.


El veredicto
¿Qué más puedo agregar? Conan, the Barbarian es:
  • Una película para pasar el rato, sin muchas pretensiones.
  • Una pena para el género, porque sus malas críticas y mal desempeño en los cines (recaudó apenas poco más de la mitad de su presupuesto de 90 millones de dólares en cinco meses luego del estreno). No habrá segunda parte y seguramente faltará mucho para un nuevo reboot de la franquicia o alguien que se le anime al personaje.
  • Una pena por Jason Momoa, actor que me cae bien desde haberlo conocido en Stargate Atlantis como Ronon, y que es PERFECTO para el papel, capaz de una actuación más que buena pero que se vio perjudicado por un guión demasiado básico.
  • Una oportunidad desperdiciada y en algún punto una estafa, porque más allá de las ya citadas mujeres con los pechos al aire y algún que otro monstruo y guerreros con el torso desnudo, apenas si hay magia, no hay nigromancia, ni hay civilizaciones en ruinas, ni aparecen dioses oscuros ni entidades malignas, ni nada de nada. Una película de fantasía oscura que se queda en fantasía gore.
  • Otro ejemplo de que el 3D no es el futuro del cine, ni tampoco el presente.

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