Eventualmente tenía que pasar


Hace unos meses me anoté en una seguidilla de concursos de comics, aprovechando que los dibujantes con los que suelo trabajar estaban libres y los requisitos eran bastante accesibles.

Si bien no nos fue bien con Juan Fioramonti en el concurso de la Revista Fierro (ya comentado aquí), la experiencia dice que si uno golpea, golpea y golpea, los nudillos pueden doler, pero uno se acostumbra y finalmente las puertas se abren (o se rompen, lo que convenga más).

Fue así el caso, entonces, con el siguiente concurso (de hecho el segundo concurso de comic en el que participo). Fernando Kern y yo trabajamos en una historia de dos páginas que ganó una mención en el Concurso Nacional de Historietas "Roberto Fontanarrosa" 2010, organizado por la Municipalidad de Rosario.

Más allá de ver el nombre de uno en la portada de un libro (que pronto sale de la Imprenta Municipal), está la alegría de todo el aprendizaje, de todo el trabajo previo, de todos los guiones malos que por suerte nadie perdió tiempo dibujando, y de todos los que pudieron rescatar al cambiarlos a último momento.

Y además está el compartir un premio con un amigo y colega, y encima, el saber que el premio mayor se lo llevó otro amigo y colega de la ADL, de quien tengo sobradas pruebas de su labor a favor del comic y la ilustración (además de su locura galopante).

¿Qué más puedo decir? ¿Que todavía no caigo? Sin ser agrandado, se me ocurre que era algo que tarde o temprano iba a pasar, de una manera u otra. Teniendo en cuenta que escribo desde los 8 y nunca dejé de garabatear, era simplemente cuestión de probabilidades.

Solamente me queda esperar la presentación del libro que reúne todos los trabajos ganadores, el poder llevarme mi ejemplar y tal vez algunos más para regalar. Ni qué decir que será un momento inolvidable, que ya vivé en el 2008, cuando no participé pero ganó otro conocido mío. El poder estar "del otro lado" será, sin embargo, algo completamente nuevo.

Es un primer paso, enorme e importante, pero sólo el primero. Muchas cosas se construyen para los dos años que vienen. Y algo, eventualmente, saldrá también de ellos.

Ahora sólo falta saber cómo terminará el año. Con el fin de diciembre cierra el plazo de entrega para el concurso de Comic.ar. ¿Quién sabe qué podrá pasar?

2 comentarios:

Damián dijo...

Felicidades! Y que sea el primero de muchos.

G.A.K. dijo...

Locura galopante?! Cómo se nota que nunca anduviste a caballo.

Pero diezmil felicitaciones para vos y tu compañero de historietas, Juan Fernando!

Un abrazo.