Rolero de Hierro: Reloaded


En estos días Dogui y René habían estado anticipando algunos teasers en sus respectivos blogs, y tengo que decir que, antes de ello, ya estaba emocionado.

No voy a mentir: empiezo el año más enfocado en los comics y la escritura que con el rol, del cual estoy desconectado, por angustia y bronca y cosas así ya que no puedo jugar, ni dirigir, ni probar nada como se debe.

Si hay algo que me prometí, es que no voy a comenzar un juego de rol nuevo que luego "deba" ser continuado, es decir, reescrito y mejorado y ampliado y blablabla. Así que a la espera de las reglas, me había hecho ya a la idea de un juego más portátil, sin ambientación, piola, sencillo. Porque quiero enfocar mis energía creativas en los relatos, las novelas y los guiones.

Por otra parte, estos días con tantas idas y venidas en casa, arreglando pisos, cambiando placares de lugar y haciendo enroques con los libros, de biblioteca a biblioteca, no estoy escribiendo tanto, tengo menos ganas y necesitaba algo diferente para hacer. Algo nuevo. A lo mejor por eso esperaba tanto un concurso que, en los primeros días del año, me daba un poco de rechazo y en el cual no sabía si iba a participar.

Tan loco estaba que ni siquiera recordaba que la cosa solo dura una semana. El año pasado hice tanto con Maldición de Sangre, escribiendo bastante y de manera elaborada (para mis standares) que ya había perdido la cuenta. En realidad el alboroto dura todo el mes por otros temas, es más como una montaña rusa grupal, y eso está bueno.

Cuando leí hoy las reglas quedé todavía más cebado. Casi me da bronca tener que esperar otra semana. ¡Damn you! como diría el Profesor Fansworth. No veo la hora de que comience esta abominación contra la naturaleza.

Y es que sabía que Dogui iba a sacar algo así. No lo esperaba: LO SABIA. Lo ansiaba, lo necesitaba. Tal vez porque coincidía con los experimentos mentales que sigo desarrollando sobre MdS y cómo jugarlo fuera de la mesa. También porque van de la mano con mi idea de hacer un juego diferente, breve en cuando a textos y reglas y todo eso, pero rico en posibilidades locas que dan ciertas cosas de la vida actual. Tal vez porque simplemente quiero hacer algo que nunca se me hubiera ocurrido antes.

Así que ¡malditos hippies!, como diría el profesor, por hacerme esperar una semana para votar las limitaciones y otra más para empezar a desarrollar el juego. Pero también ¡malditos hippies! porque sin ellos no podríamos putear a nadie y la vida sería mucho más aburrida.



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