Episodio 3 - Protejan la carga a cualquier precio


El domingo pasado jugamos nuevamente. Hacía casi un mes que no nos reuníamos, particularmente por temas de vacaciones de uno y de otros. El otro dato curioso es que, por primera vez, los cuatro jugadores estuvieron en la mesa al mismo tiempo.

Esto se debía a que algunos faltaban pero dejé que eso pasara. Mi idea era que todos empezaran por su cuenta, con personajes aislados, para que ciertos elementos los reunieran, tarde o temprano. Si bien fue un poco railroader, no lo planeé todo de antes, sino que, dependiendo de los personajes y lo que hacían, iba pensando en qué hacer la partida siguiente. Los faltazos y otros eventos hacían frecuentemente que no pudiera presentar el plan que tenía en mente, e improvisaba otra cosa.

En fin, esta era la partida en donde todos se reunían, así que fui un poco más railroader, solo por esta vez.

Comenzamos con Cassius, el contrabandista con un pasado muy particular. Kleis, uno de sus superiores en la organización delictiva, lo llevaba de visita al mercado de esclavos de Bestpar, la ciudad en donde todos están alojados. Esto servía para presentar la frialdad del mafioso, quien charlaba de seres vivientes como si fueran cosas.

Fueron a visitar a Deuz, el jedi (obviamente él lo oculta) que el día anterior, como piloto del campeonato de swoop-bikes, había resultado una revelación, saliendo en 2º lugar. No lo encontraron; se había ido a tomar algo a la taberna de siempre, así que ellos lo supusieron y fueron para ahí también. Si no lo encontraban, de todas maneras tomarían algo.

No llegaron a tomar nada. Deuz estaba desayunando cuando un rodiano se sentó a su lado, en la barra, e intentó asesinarlo con un blaster a quemarropa. Gracias a La Fuerza pudo detectarlo y con una buena tirada, logró reducirlo momentáneamente. El telón de fondo lo daban Dorkam, el cazarrecompensas, y su compañero forajido, Name Lexx. Dos almas tiernas y caritativas, intentaron terciar, conociendo al piloto y pensando en ganarse su favor o al menos unos créditos como guardaespaldas, si lograban salvarlo.

Justo en ese momento Cassius y Kleis entraban en la cantina, con tan mala suerte que el secuaz del asesino, habiendo escuchado el disparo de blaster y pensando en ayudarlo, comenzó a disparar hacia la entrada. Kleis fue alcanzado, y tanto él como Cassius terminaron en el suelo tratando de refugiarse entre las mesas y esperando el tiroteo. El asesino aprovechó el momento para escapar, escondiéndose también entre las mesas.

Lo que siguió fue un breve tiroteo, en donde finalmente el secuaz fue herido en el umbral del bar. Dorkam y Name fueron a interrogarlo, pero Kleis, entrando en un estado de furia ciega por haber sido herido por semejante escoria, sacó un cuchillo y ejecutó tanto al herido como al asesino frustrado, mostrando una enorme sangre fría.

Deuz había sido alcanzado, terminando detrás de la barra. Kleis decidió quedarse allí, metiendo los cuerpos en el bar y dejando que el resto escapara. Ordenó a Cassius, como ya se lo había dicho antes, que protegiera la carga, refiriéndose a Deuz.

Una vez saliendo por la clásica puerta trasera, el grupo vio que el lugar se llenaba de curiosos y stormptroopers. Sin embargo su medio por quedar pegados en el asunto desapareció cuando vieron que, a pesar de toda la seguridad reinante, Kleis salía del lugar como si nada, dirigiéndose a su limusina, donde lo esperaba su chofer, Cassius y Deuz.

En ese momento los dos guardaespaldas improvisados fueron llamados y partieron con el resto. Kleis explicó que evidentemente alguien quiere sabotear el campeonato, y que a partir de ahora hay que mirar con mucho cuidado a Deuz. Como Cassius no puede hacerse cargo de todo (su trabajo solamente es ser contrabandista), decide contratar a los dos sujetos (a los cuales, por otra parte, conoce porque son reputados golpeadores de la zona) como escoltas.

A partir de ahí, la parte más railroad, y uso la palabra exacta. Deuz debe comprar, con su premio, partes de repuesto de su swoop-bike. El mejor lugar está fuera de la ciudad, que si bien es semilegal, tiene una cierta presencia imperial. Esta ciudad más pequeña en las afueras sobrevive de sus mercados ilegales, ya sea de cosas robadas, adulteradas, falsificadas, etc. Solamente allí podían estar algunos de los elementos de alto rendimiento necesarios para la reparación. Kleis insistió, además, en que nadie se enterara del tiroteo, para no dañar la imagen del campeonato ni crear rumores. Así que era mejor que a Deuz lo vieran sonriendo y sin heridas.

En el camino de ida, dos swoop-bikes armadas con cañones los atacaron. Ellos viajaban en un camión civil, sin armas ni blindaje, pero iban preparados. Con Cassius al volante, la cosa no pasó a mayores, aunque perdieron un pedazo de la parrilla frontal, del lado donde viajaba Deuz justamente. Todo terminó con algunos estallidos impresionantes de las naves y la revisión de Dorkham. Pero como no hubo sobrevivientes ni restos identificables, todo quedó allí.

Una vez en la ciudad, no perdieron tiempo (como yo pensé que lo harían) y fueron al mejor lugar de repuestos que Deuz recordaba de un viaje anterior. Sin embargo ese lugar ya no estaba, y en su lugar había una armería. Como los dos escoltas querían equiparse más acordemente, aprovecharon el momento para comprar una carabina blaster cada uno. Nuevas, a 1.100 créditos. Claro, después descubrieron que tenían insignias imperiales adulteradas y borroneadas, pero ese es otro tema. Al menos saben que pasaron los controles de calidad.

Por el consejo del vendedor de armas, un sullustano, fueron a un local de repuestos muy bien acomodado y con buena pinta a unos metros. Los atendió Lera, una joven mujer que le ofreció a Deuz todas las piezas que necesitaba, incluyendo la colocación y el calibrado, con un pequeño descuento, ya que se trataba de la nueva estrella del campeonato. Mientras se tomaba unas dos horas para todo el proceso, charló estusiastamente con Deuz sobre la carrera, y le pidió que hiciera promoción de su negocio, en lo posible.

Terminada la parada en los pits, partieron sin demoras. En el camino, si bien ya fueron más prevenidos, Cassius se encontró sorpresivamente con alguna clase de minas, las cuales no pudo evitar, y el camión repulsor terminó deteniéndose.

A partir de ahí todo fue el típico ataque a la carreta. Dos bandidos comenzaron a dispararles desde un lado, y todos se apresuraron a dispararles. Solo que Deuz, dentro del vehículo, sintió que La Fuerza lo alertaba de un peligro mayor. No llegó a alertar a tiempo a Cassius, quien fue alcanzado por la espalda mientras se atrincheraba detrás del camión. Él y Name comenzaron a disparar a los dos bandidos del otro lado, que demostraron ser bastante duros.

Luego de unos varios minutos de tiroteo, Dorkham hizo huir a los dos primeros bandidos. Deuz y Name hacían lo posible para mantener a raya a los otros dos, pero la suerte no les fue muy favorable, perdiendo por poco varias tiradas. Cassius tuvo una excelente idea para rodear el camión y atacar por la espalda a uno de los que estaba parapetado, incluso usando un punto de La Fuerza, pero también falló.

En ese punto la partida estaba desesperada, porque si bien habían herido ya a los dos, parecían encontrar dificultad para matarlos. Dorkham decidió jugarse el todo por el todo, lanzando una granada mientras también gastaba un punto de La Fuerza. Los dos bandidos murieron en el instante... salvo por uno de ellos, pero solamente Cassius fue a revisarlo, y nadie le preguntó demasiado. Partieron al instante.

Al llegar a Bestpar, Kleis le pagó una semana de adelanto a los guardaespaldas, enviando a Deuz al siguiente punto en el campeonato, a bordo de la nave de Cassius. Prometió verlos allí en unos días, donde seguiremos con la campaña.

Ese es el resumen de todo lo que pasó. Luego hicimos un tercer tiempo, pero eso lo contaré más adelante, junto con mis impresiones personales.

No hay comentarios: