Campañas: otra mirada


El DJ es un animal extraño. Está solo ante un grupo de gente que quiere divertirse, incluso si él no se divierte. Esta gente le pide cosas para sus personajes, para la trama, a veces incluso le pide casa, comida y uso del baño. Y se quejan si no obtienen lo que quieren.

El DJ tiene el problema de los oficiales de alto rango, que saben cosas que sus tropas no saben, y tienen que hacerle hacer cosas que ellas no siempre quieren. Sobre todo, tiene ese problema de la incomprensión de los soldados con sus suboficiales, esa pobre gente que tiene muchas responsabilidades, pero todavía se entierra en el mismo barro, y recibe quejas de sus hombres porque no ven acción, mientras sus superiores se preguntan si no será un sujeto demasiado arriesgado y ambicioso.

Y encima, yo como DJ tengo el problema de que quiero todo eso. Quiero que me exijan, que se me quejen... y no tengo jugadores.

Hoy pensaba que mi gran sueño de una larga campaña de SW es mío, y de última, no es de nadie más (todavía). Tengo un par de jugadores que puede reconvocar, uno de los cuales es fana de SW y posiblemente se enganchará creando un personaje piola, consultará páginas, volverá a jugar los videojuegos, etc., solamente para buscar datos e inspiración. Por otra parte, tengo a mi viejo grupo, del cual solamente uno parece querer jugar en serio; del resto yo sospecho que quiere jugar un poco para joder, pero nada más.

Como mi sueño es mío, ¿porqué no cumplirlo? El DJ es otro jugador, aunque no tenga personajes, sí tiene todo lo demás. Pensaba que mi proyecto de campaña de largo plazo (varios años en la vida real y muchos años en la vida de los personajes) no tiene porqué ser un sueño solamente.

¿Y qué si las primeras sesiones con un grupo no son lo que busco? Si se rompe el grupo, armo otro, y continúo ahí donde dejé, con nuevos personajes o los mismos. El hilo está ahí, me lo demostró ya la wookiepedia: siempre podemos reflotar cosas, antiguas enemistades, parentescos, tecnología perdida, etc.

Si en definitiva el único protagonista en común son yo, ¿qué tiene de malo? Así, por lo menos, alguien llega vivo al final de la guerra.

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